
Una economía que ha acabado con el valor
real de la moneda, ya hablar de miles de bolívares es irrelevante, la
eliminación de los ceros en la moneda para tratar de darle una sensación de
fortaleza quedó en el pasado; ya nadie se agacha a recoger una moneda del piso,
no vale el esfuerzo. Pareciera que el capitalismo de estado ha logrado destruir
lo poco que por más de cincuenta años se logró construir, siempre bajo el manto
de la renta petrolera, pero con la visión de que se debía superar este lastre.
Para los nuevos administradores del Estado ha sido más fácil apoyarse en el
rentismo petrolero para afianzarse en el poder. Del otro lado la nueva clase política ha
utilizado el discurso del socialismo como herramienta de dominación, un
discurso que no va más allá de palabras vacías.

