domingo, 22 de noviembre de 2020

Por qué voy a votar

Porque he luchado toda mi vida al lado de los más desposeídos, porque creo en mi país y en su gente, porque estoy seguro que si es posible superar la tragedia que atraviesa el pueblo venezolano, pero ello pasa por consultarlo, porque creo en la reconciliación, porque la vía no puede ser el revanchismo ni el odio, porque pongo de lado la violencia, que lo que trae es más violencia, porque quiero que mi hijos y mis nietos crezcan y se desarrollen a mi lado para poder disfrutar de ellos, porque no es salida que nos impongan desde afuera una intervención en cualquiera de sus formas, porque es necesario impulsar  la salida democrática mediante el voto, porque la movilización alrededor del voto es la que construye con mayor efectividad conciencia ciudadana, porque confío en ese país que se levanta cada mañana y lucha para superarse, porque no creo en mecías, como no lo hice cuando a Chávez lo apoyaba el 80% de la población, allí también nade contra la corriente, como lo hago ahora en contra de la abstención, porque comprendo la necesidad de entendernos como adversarios y no como enemigos, porque la política al igual que la religión es un compromiso de vida y en ella descansa mi fe, porque me he desarrollado como político desde el mundo sindical donde fui electo por los votos de los trabajadores, aprendiendo al lado de ellos, la honestidad y la franqueza, porque cada día que doy clases en la UCV veo a mis alumnos que sueñan con obtener un título, lo que me llena de entusiasmo y optimismo, ya que en ellos veo nuestro futuro.

Porque estoy convencido que nuestro porvenir será mucho mejor, porque no creo en un hombre o en una mujer, sino en el trabajo de equipo, porque sueño con un país mejor y posible, porque al igual que en tiempos pasados nuestro pueblo clama por una salida, pero una salida que los incluya, que les consulte, que les dé las herramientas necesarias para superar sus penurias, porque he visto países en peores condiciones que el nuestro y han podido en corto tiempo superar su crisis y resolver sus diferencias por intermedio del voto, porque entendiendo que el trabajo productivo es la única herramienta que nos podrá sacar de la pobreza, porque creo en los campesinos, en los empresarios honestos, en los trabajadores, porque soy un venezolano que sueña con un país mejor y estoy dispuesto a colaborar para su construcción, porque en más fácil destruir que construir, y me anoto en los que quieren construir, porque de destrucción ya hemos tenido demasiado, porque creo que lo más difícil, pero no imposible, es ponernos de acuerdo en un camino compartido para el desarrollo y el progreso, un desarrollo  humanista y ecológico que logre mejorar las condiciones de vida de todos los venezolanos sin exclusión ni privilegios, porque no creo en diferencias ideológicas, ni de clase, ni de raza, ni de preferencias sexuales, porque estoy seguro que la gran mayoría de los venezolanos están del lado de los que quieren un cambio en paz y democracia, y para llegar allí hay que votar y demostrar que somos una mayoría que quiere un cambio.

Porque creo en la unidad como concepto y no como un eslogan de campaña, y mucho menos como chantaje, porque no hay razón alguna de que nuestros niños deambulen por las calles sin rumbo, para que nuestros viejitos no sigan pasando penurias y logren vivir bajo el confort los últimos años de su vida, porque esta elección nos da la posibilidad de generar un discurso de esperanza y sosiego, porque ya basta de exacerbar lo malo, porque debemos fijar nuestra vista en la gran cantidad de venezolanos que día a día dan todo lo mejor de sí para construir un país mejor, es allí donde debemos poner todo nuestro esfuerzo, y es con ellos que cuenta nuestro país para impulsar los cambios necesarios, y estos cambios se logran es participando, para reconstruir las instituciones, y lo primero que debemos reconstruir es la convivencia, y para ello la ruta democrática es el voto.

Una historia de nunca acabar

Venezuela esta hundida en una confrontación política que pareciera no tener fin, desde los años ochenta algunos sectores del país decidier...