¿Será un error?
Un querido amigo me recuerda que en la mayoría de mis
opiniones, tanto en tuiter como en las diferentes entrevistas que me realizan, señala que en ellas no me ocupo de atacar al gobierno ni a sus candidatos, no
considero que eso sea tan así, pero igual me hace reflexionar, y me pregunto, ¿por
qué de mi actuación? ¿será que de verdad estoy equivocado o algo extraviado en mí
actuar ante la opinión pública?, y me digo, no lo creo, porque el problema del
país no es solo responsabilidad de quienes gobiernan, eso sí, son los mayores
responsables de la tragedia que estamos atravesando, pero también es de la
oposición, porque si queremos combatirlos y sustituirlos en la conducción del
estado, debemos del lado opositor acordar una ruta que nos involucre a todos, y
que una mayoría orgánica construya un proyecto de país que sea inclusivo, democrático
y respete la constitución. Porque que exigir al gobierno que sea demócrata
lleva a que de este lado nos comportemos como verdaderos demócratas, si nos comportarnos
igual o peor que el gobierno ¿qué nos queda?
Como ejemplo tenemos la corrupción que ha desatado por años
este gobierno, eso todos lo sabemos, pero solo pregunto ¿lo correcto es
quedarse callado frente a los hechos de corrupción de un sector opositor? ¿Hacernos
los desentendidos frente a los intentos desestabilizadores y nada democráticos
que solo dejaron muerte y desolación?, y frente a una política de un sector
opositor que empobrece aún más a los sectores humildes ¿debo callar?, y lo
peor, mirar hacia otro lado cuando se siguen cometiendo los mismos errores del
pasado que han atornillado a un gobierno autoritario, pregunto ¿debo guardar
silencio?
Algunos también dicen que dejemos la pelea interna para
después, que lo importante es salir de Nicolás, pero salir ¿cómo? o ¿con quiénes?,
con los que están demostrando que no pueden ni administrar dos empresas, con
los mismos que se atacan en las redes sociales acusándose del mal manejo de
esas empresas y de haberlas quebrado. ¿Con los que son incapaces de reconocer
sus errores y rectificar?, muy por el contrario, cargados de arrogancia vienen
a destruir lo poco que se ha andado en materia electoral, vienen como enviados
de Atila, diciendo que si nos son ellos no será nadie, ¿con esos personajes
vamos a reconciliar al país?
Como ejemplo Caracas, está bien, me dedico a atacar a la
destructora de Lara, Carmen Meléndez, que puedo decir que ya no se haya dicho,
el problema para mi es que como opositor debo atender y llamar la atención
sobre la división que hay en Caracas, que le dará el triunfo a esa señora sin
hacer el mayor esfuerzo, sin hacer campaña, ya que su mejor estrategia es pasar
agachada mientras la oposición se muele entre sí, y ¿de quién será la culpa si
eso sucede?, allí están, los tenemos a la vista, candidatos que pasaron años
destruyendo el voto y viajando por el mundo despotricando de nuestro país, y que
ahora se presentan como los salvadores de la patria, y sin dar ninguna
explicación se proclaman como los que representan la pureza de la oposición,
¿qué hago?¿guardo silencio? o levanto la voz para exigir que de este lado se fije
una ruta que nos muestre el camino para superar esta tragedia con el mejor
candidato posible, porque mi único problema no es señalar que el gobierno lo
hace mal, es lograr que la oposición lo haga bien, de lo contrario estamos
condenados a seguir el camino de la destrucción, y no sabemos por cuánto tiempo
más tendremos que sufrir esta desgracia, y eso también gracias en parte a un
sector de la oposición que se niega a discutir como demócratas la ruta a
seguir.