Venezuela esta hundida en una confrontación
política que pareciera no tener fin, desde los años ochenta algunos sectores
del país decidieron tomar el poder político desalojando a la clase política que
había construido la democracia representativa, no les bastaba controlar lo
económico, querían más, y consiguieron muchos aliados para destruir lo poco o
mucho que se había adelantado en el país en la ruta democrática. No creían en
los políticos de entonces, como no creen en los de ahora, porque son los
mismos, son los que mueven los hilos de la política desestabilizadora detrás
del escenario, no se han rendido.
Luego de acabar con la democracia puntofijista,
utilizando un caballo de Troya, ya que ellos no tenían como presentar a una
figura que despertara y entusiasmara a las masas, esas mismas que ellos
descalifican y desprecian, consiguen en el año 1998 su objetivo, desalojar del
poder a los “políticos de la cuarta”, el problema es que su estrategia no
resultó del todo satisfactoria, el que asumió el poder entendió que tenía el
control y no los necesitaba, y se asumió presidente de un país que le había
dado todo su apoyo.
Al darse cuenta de que nuevamente
eran apartados de la conducción del país comienzan con una nueva empresa,
desalojar del poder a quien no les había resultado dócil. Todas las fórmulas
posibles se han ensayado en el país a lo largo de estos últimos 20 años, el objetivo tomar el poder
político, lastimosamente no les ha importado que en su cruzada contra la democracia
destruyan al país, como dijo William Brownfield: "quizá la mejor solución
sería acelerar su colapso" a través de sanciones a la industria petrolera,
que afectarían al pueblo, pueden ser meses o años, pero el objetivo es
desalojarlos del poder.
No importa si el pueblo llano paga
las consecuencias con hambre y más miseria, el objetivo es desalojar del poder
a los que hoy lo ocupan, sus aliados del norte han guiado y colaborado abiertamente
con esta estrategia; golpes de estado, huelgas insurreccionales, movilizaciones
de calle tratando de imitar la primavera árabe, contratación de mercenarios al
igual que en Haití, desestabilización económica con sanciones que dañan a los
más débiles del conflicto, pero no importa, son daños colaterales como lo dijo
el interino, con un gobierno dual que ha permitido el despojo de los activos en
el exterior que son de todos los venezolanos.
Todos, sí, todos los experimentos se
han ensayado en Venezuela, con el mismo objetivo de los años 80, tomar el poder
político por vía no democrática, porque son los mismos que por años no han creído
en la gente, ni en la democracia, descalifican a los humildes, consideran que
no son capaces para decidir con propiedad, pues los consideran eunucos
políticos, desprecian a quienes creemos que hay que construir convivencia para
poder avanzar, en estos nuevos tiempos cuentan con herramientas que en otrora no
existían, las redes sociales, las que utilizan para destruir todo liderazgo que
les parezca sospechoso, no quieren cometer el mismo error que en 1988, necesitan
en el poder político a uno de sus iguales, uno de esos que han estado al frente
de todos los experimentos desestabilizadores, por eso no les importa abandonar
alcaldías o gobernaciones, porque su objetivo no es colaborar para resolver los
problemas de la gente, es seguir el plan desestabilizador sin importar por
cuánto tiempo más tengan que mantener al país asediado, como en siglos pasados,
hay que cortar todos los suministros para que el soberano se rinda, ese es el
verdadero objetivo, y ya ni siquiera lo disimulan.
Exembajador
sugiere "acelerar el colapso" de Venezuela