Uno puede entender que en una coalición de
organizaciones políticas, que se agrupan por intereses electorales comunes, hayan diferencias, y más aún, si estas
agrupaciones se dan entre partidos ideológicamente no afines, como es el caso
de la Mesa de la Unidad. Pero esta realidad no puede ofrecerse como excusa
cuando a sus voceros se les pregunta: ¿porqué de tantas opiniones y estrategias
diferentes?, siendo la primera interpelación que sale en cualquier entrevista a
que son sometidos los voceros de las diferentes
organizaciones que hacen vida en la Unidad. La respuesta de que: “esto es
normal, por ser una agrupación de desiguales”, creo que viene a ser la peor de
ellas, ya que de ser así, y aceptar que cada quien haga lo que mejor le parezca
le hace un gran daño a la propia Unidad, que al final es lo que realmente cuenta.
No se puede sumar cuando se está dividido, para lograr ser una alternativa
frente al desgobierno se debe tener un mensaje, que aparte de convencer y
señalar un camino claro, debe ser asumido por todos los que se hacen
parte de la unidad democrática.
Uno de los éxitos comunicacionales de quienes
nos desgobiernan, es haber transmitido un mensaje único. Mensaje que es difundido por el que
ocupa el más alto cargo gubernamental, hasta el último militante de la llamada
revolución bolivariana, pareciera que les introducen un “chip” en el cerebro, es cansón y hasta fastidioso
oírlos, pero a ellos les ha ido muy bien, han logrado mantener una unidad en el
mensaje a transmitir, bastaba que el comandante fallecido inventara algo, para
que todos al unísono salieran a repetirlo como “robots”, y no pasaba una hora y
ya todos las emisoras del estado tenían propaganda, tanto en radio como en
televisión, aparecían vídeos muy bien realizados del mensaje galáctico. En la
actualidad se mantiene esta política, si lo dudan escuchen los medios del
estado, no se cansan de repetir: la guerra económica, el golpe continuado, la
derecha fascista, y pare usted de contar.
Del lado de la oposición ni hablar, a cada quien
se le ocurre lanzar una idea o un mensaje y a correr, y la excusa, “la
pluralidad, la diversidad, no somos como ellos autoritarios, ni queremos un
caudillo”. Todo esto fuese aceptable si no estuviésemos enfrentando a un grupo
que se juega el todo por el todo para no entregar el poder, ¿o es que 16 años
no han sido suficientes para entender esto? La Unidad debe ser en todas las
áreas, y la más importante la programática y la comunicacional, la que indique a las mayorías hacia dónde vamos y cómo vamos a llegar allí. No es
posible aglutinar el descontento de la población sin un mensaje claro y único,
así esto suene chocante, y también necesita liderazgo, y no nos salgan con la
cantaleta de que “es que hay muchos líderes en la unidad”.
En estos momentos
eso no sirve, es indispensable que alguien asuma la vocería oficial de la
unidad y diga para dónde es que vamos, y por dónde. En este momento la realidad
nos dice que no hay quien dirija, el amigo Guillermo Aveledo fue en su momento
un buen piloto, ahora pareciera que el avión va a la deriva, y los pasajeros
que van dentro se encuentran peleando a ver quién vuela el avión. Espero que no
se estrellen mientras se ponen de acuerdo, creo que no queda mucho tiempo para
hacer cursos rápidos de vuelo, y mucho menos de experimentar con cualquier
piloto.
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