El gobierno nacional, tras trece
años, lo que le ha dejado a los venezolanos es un país dividido y una grave
crisis social y económica.
Vemos la incapacidad del gobierno para planificar y dar a todos los venezolanos una mejor calidad de vida. La mala gestión y la intolerancia están gestando una crisis de gobernabilidad que es promovida desde el propio gobierno.
La solución que adoptado el gobierno nacional para enfrentar el descontento social, generado por la grave crisis política y económica, es la utilización de fuerzas para-policiales para reprimir a la sociedad.
El ejemplo de lo sucedido en el 23 de Enero lo evidencia, luego de las declaraciones de los voceros del gobierno, no pasa nada, la población civil sigue sometida a grupos que se hacen llamar revolucionarios, con la escusa de que ellos actúan donde no pueden actuar los cuerpos de seguridad del Estado, a la mejor andanza de los grupos de choque cubanos, y sin dejar de recordar las camisas pardas de Hitler y las camisas negras de Mussolini. Grupos que son auspiciados por el propio gobierno nacional.
Además, las fuerzas que deberían mantener el orden público, como son la guardia nacional y las policías, son los mismos que arman y protegen a estos grupos, y reprimen con saña a los diferentes sectores sociales que protestan legítimamente frente al gobierno, por los incumplimientos de todas las promesas que luego de 13 años no se han concretado.
Las detenciones inconstitucionales de los que protestan, que luego son ruleteados para amedrentarlos y someterlos a maltrato físico y psicológico, donde sus familiares atraviesan todo un vía crucis para poder dar con sus hijos, con el temor de que sean depositados en los retenes judiciales, es la nueva forma de actuar para tratar de quebrar la voluntad de los que protestan.
El país vive una situación de inseguridad y anarquía, con policías que no pueden con el hampa, o son parte de ella, un sistema judicial que es incapaz de dar justicia, en donde mueren a diario reclusos por la venta y el tráfico de armas en los retenes judiciales.
El alto costo de la vida, y las malas políticas económicas han generado mayor especulación, la que se quiere combatir con más represión y con expropiaciones, siendo los trabajadores los pagan sus consecuencias al quedarse sin empleo.
El discurso violento y amenazantes de los sectores oficialistas, los que a diario tienen un pregón de que si se produce un cambio en el país vendrá más violencia, es inaceptable. Un gobierno que pretende quedarse en el poder por siempre, y arremete contra todo aquel que se plantea por la vía democrática sustituirlo, está muy lejano de ser democrático.
Por todo esto el llamado es a todos los venezolanos que queremos vivir en paz es a organizarnos para ejercer nuestro derecho ciudadano, utilizando el arma del voto, para darle un cambio a la situación de inestabilidad y violencia a que nos tiene sometido este régimen militarista y autoritario.
La evaluación de los 13 años de gobierno ya la hicieron los fanáticos del beisbol, este gobierno esta ponchado, y necesitamos cambiarlo.
Vemos la incapacidad del gobierno para planificar y dar a todos los venezolanos una mejor calidad de vida. La mala gestión y la intolerancia están gestando una crisis de gobernabilidad que es promovida desde el propio gobierno.
La solución que adoptado el gobierno nacional para enfrentar el descontento social, generado por la grave crisis política y económica, es la utilización de fuerzas para-policiales para reprimir a la sociedad.
El ejemplo de lo sucedido en el 23 de Enero lo evidencia, luego de las declaraciones de los voceros del gobierno, no pasa nada, la población civil sigue sometida a grupos que se hacen llamar revolucionarios, con la escusa de que ellos actúan donde no pueden actuar los cuerpos de seguridad del Estado, a la mejor andanza de los grupos de choque cubanos, y sin dejar de recordar las camisas pardas de Hitler y las camisas negras de Mussolini. Grupos que son auspiciados por el propio gobierno nacional.
Además, las fuerzas que deberían mantener el orden público, como son la guardia nacional y las policías, son los mismos que arman y protegen a estos grupos, y reprimen con saña a los diferentes sectores sociales que protestan legítimamente frente al gobierno, por los incumplimientos de todas las promesas que luego de 13 años no se han concretado.
Las detenciones inconstitucionales de los que protestan, que luego son ruleteados para amedrentarlos y someterlos a maltrato físico y psicológico, donde sus familiares atraviesan todo un vía crucis para poder dar con sus hijos, con el temor de que sean depositados en los retenes judiciales, es la nueva forma de actuar para tratar de quebrar la voluntad de los que protestan.
El país vive una situación de inseguridad y anarquía, con policías que no pueden con el hampa, o son parte de ella, un sistema judicial que es incapaz de dar justicia, en donde mueren a diario reclusos por la venta y el tráfico de armas en los retenes judiciales.
El alto costo de la vida, y las malas políticas económicas han generado mayor especulación, la que se quiere combatir con más represión y con expropiaciones, siendo los trabajadores los pagan sus consecuencias al quedarse sin empleo.
El discurso violento y amenazantes de los sectores oficialistas, los que a diario tienen un pregón de que si se produce un cambio en el país vendrá más violencia, es inaceptable. Un gobierno que pretende quedarse en el poder por siempre, y arremete contra todo aquel que se plantea por la vía democrática sustituirlo, está muy lejano de ser democrático.
Por todo esto el llamado es a todos los venezolanos que queremos vivir en paz es a organizarnos para ejercer nuestro derecho ciudadano, utilizando el arma del voto, para darle un cambio a la situación de inestabilidad y violencia a que nos tiene sometido este régimen militarista y autoritario.
La evaluación de los 13 años de gobierno ya la hicieron los fanáticos del beisbol, este gobierno esta ponchado, y necesitamos cambiarlo.
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