En Barquisimeto, estado Lara hay
un cuento muy sabroso de un concejal que siempre andaba al lado de las
comunidades, para muchos un hombre de pueblo, que incursionó en la política, de
este individuo se cuenta que una vez en un debate muy acalorado en la cámara
municipal, en donde se interpelaba a un funcionario de la alcaldía, debido a
que había un sector popular que no recibía agua potable desde hace mucho
tiempo. Este funcionario de la alcaldía argumentaba que el sector en cuestión
estaba situado muy alto, y por ello no recibía el vital líquido, pues la ley de
la gravedad impedía que las bombas empujaran con la suficiente fuerza para que
subiera el líquido a lo más alto del barrio, en ese momento muy efusivo el
concejal pidió la palabra e inmediatamente solicito a la cámara en pleno, que
si ese era el problema, "la ley de gravedad", bueno esa ley había que derogarse, lo
importante era que llegara el agua a los habitantes del sector. Así es como en
Barquisimeto fue derogada la ley de la gravedad.
Y muchos preguntarán a qué viene
todo esto, pues simple, es que al gobierno le ha dado, que al igual que nuestro
amigo concejal, derogar todas las leyes económicas, entre ellas, la ley de la oferta
y la demanda. Si el bien es escaso y a su vez es apetecible, la demanda
aumenta, esto lo saben todos los economistas, sobre todo los marxistas, es una regla
que hasta ahora no ha sido posible romper, ni en los países que han transitado
la experiencia comunista, es allí donde mayor se ha dado la
búsqueda de los bienes que escasean.
El gobierno, por intermedio de
sus ministros d e economía, han convertido el dólar en un bien muy apetecible,
toda la propaganda gubernamental ha sido dirigida hacia allá, quiéranlo o no el
dólar se ha convertido en una mercancía que garantiza, al que la posee, poder intercambiarlo
por otros bienes. No solo el hecho de poseerlo, ya que esta moneda que es subsidiada
por el estado, se ha convertido en una forma de paliar la inflación, y de
obtener bienes materiales por un precio ínfimo de su valor de mercado.
El gobierno, como es su costumbre
de controlarlo todo, ha querido manejar la oferta del dólar, claro, son los
únicos que lo poseen gracias a la apropiación de la renta petrolera, han
venido generando toda una serie de mecanismos de control, que al contrario de
cubrir la demanda, lo que ha hecho es aumentarla, yendo en contra de todas las
leyes económicas conocidas. No queda mucho tiempo en que debido a su
incapacidad de resolver este problema salga alguno de sus voceros, el mejor
sería Giordani, a derogar la ley de la oferta y la demanda por ir en desmedro del pueblo pobre, y así resolverían el problema, ¡una guara!