EL UNIVERSAL miércoles 31 de agosto de 2011
Suena odioso el citarse uno mismo, pero no me queda otra. En una entrevista que se me realizó en el periódico El Universal en el 2011, advierto que es imposible lograr la tan anhelada paz social si no vencemos el cumulo de desigualdades sociales que por más de un siglo hemos cultivado. Debemos tener claro que la democracia es inversamente proporcional a la pobreza, a mayor pobreza menor democracia. Es por ello que no podemos exigir a los ciudadanos que sufren una cantidad de necesidades y carencias que piensen en defender la democracia como ideal. Es más útil amoldarse a un sistema autoritario que les brinda las oportunidades para paliar sus necesidades básicas.
Esto no debe ser criticado, como algunos pretenden, descalificando a todo aquel que recibe una ayuda del estado, que por cierto es obligación del estado generar políticas asistencialistas que permitan a sus ciudadanos superar y atender sus necesidades primarias o básicas.



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