Debemos
recordar que en la cultura política del venezolano hay la creencia de que los
militares son la solución para cualquier cosa, esta creencia se encuentra
alojada en lo más hondo del imaginario colectivo de un gran número de
venezolanos. Es tanto así, y encontrándose algunos convencidos de ello, aplauden
a todo aquel que se viste de verde y nos habla con tono mandón como si nos
estuviese regañando, creencia que cada día nos aleja más del siglo XXI y de la
civilidad. Por allí andan algunos
haciendo remembranza y añorando lo peor de nuestro pasado. Muchos en las redes
sociales nos dicen que los gochos si son “arrechos”, que hay que traerlos “pa Caracas”
para que de una vez caiga el gobierno, creyendo que con ello los militares se
pondrán de su lado para darle una solución definitiva a lo que estamos
atravesando. Jugando con fuego podríamos decir.
Hay que
recordar en nuestra historia aquellos tiempos de barbarie que duraron más de 50
años, donde desde los andes venían montoneras guiadas por algún jefe militar o
caudillo con su mauser bajo el brazo para tomar el poder en Caracas, afirmando
algunos historiadores que estos enfrentamientos fratricidas nos costó más de un
millón de vidas. De estos caudillos algunos no llegaban ni al centro del país
pero otros sí lo lograron, el más recordado de ellos y que puso fin a este
episodio de nuestra historia fue el gocho Juan Vicente Gómez, pero con él
comenzó una de las épocas más oscuras de nuestra patria, dictador militar que
gobernó Venezuela entre 1908 hasta su muerte en 1935, la dictadura más larga
que hemos conocido.
Hay quienes
creen que los militares dan golpes de estado y que con ello se resuelven los
problemas, que yo sepa nunca ha sido así, muy por el contrario todo se agrava.
En nuestra querida Chile, que pareciera que nos sirve de ejemplo para unas
cosas pero para otras no, se dio un proceso muy parecido al venezolano, el
presidente Allende electo en 1970 estuvo al frente del poder por tres años en
un gobierno que se caracterizó por una creciente polarización política en la
sociedad y una dura crisis económica que desembocó en una convulsión social. Muchos
fueron los que “calentaron la calle” contra el presidente Allende y auparon a
los militares para que derrocaran al régimen socialista, bueno y se les cumplieron
sus deseos, llegó Pinochet y “mando a parar”, y aquellos que celebraron y
promovieron el golpe, recibieron el mayor desprecio del sector militar. Esa
acción provocada por sectores que se jugaron el todo por el todo le costó al
pueblo chileno trece años de dictadura y más de 25 mil muertos y desaparecidos.
Así que
considero importante en estos momentos de desasosiego recordar estos eventos,
tanto propios como ajenos, pero si esto no es suficiente para entender lo que
sucede en la actualidad en nuestro país, les recuerdo que los gochos a quienes
algunos ensalzan, fueron los que desalojaron de la gobernación del Táchira a
Pérez Vivas y pusieron a Vielma Mora, ¡que arrechos son los gochos!
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