Les voy a contar lo que me dicen las cartas, ya que mis más de 30 años en política, tanto en la práctica como en la vida en la academia, parece ser que no me ayudan, por lo que puedo ver he estado equivocado por años, solo a mí se me ocurrió creer en la vía democrática y constitucional para salir de esta tragedia, así sea que todos los tratados de politología del mundo me reconozcan que tuve razón, es por ello que recurro a las artes de la clarividencia, y dejando los libros de lado, hago un curso rápido por internet y aprendo a leer las cartas, y allí va lo que ellas me dijeron:
La
Plataforma Unitaria = al G$ ampliado, ampliado
porque cuando les interesa ir a elecciones llaman a unos partidos que rondan en
su periferia para que los acompañen, eso les da una apariencia de amplitud, se
presentan rodeados de un montón de barajitas, pero al final como esos partidos
de la periferia no tienen tarjetas, se verán obligados a sumarse a la tarjeta secuestrada
y negociada con el gobierno por ese sector opositor, la tarjeta de la MUD,
tarjeta que fue la más votada en el país, pero gracias su sectarismo perdió el
sitial de honor en las elecciones del 2021.
Las
cartas claramente me dicen que luego harán sus primarias, primarias que estarán
rodeadas de bombos y platillos, recursos ($$$$) para eso los hay, recuerden los
activos secuestrados en el exterior, y si no, no hay problema, la USAID cubrirá
los gastos, James Story los tramitará diligentemente, estaremos frente a toda
una campaña mediática para convencer a la población de que ellos son los
verdaderos opositores.
De
esas primarias saldrá un candidato, cualquiera sirve para sus planes, las
cartas no me dicen quién será, me imagino que aún no está definido el candidato
que será acordado con el gobierno y los jefes del norte para dejarlo competir,
recuerden las inhabilitaciones. El candidato “electo”, inmediatamente será
ungido como el “Candidato Unitario”, el Cid Campeador para enfrentar a “la
dictadura”, me dicen las cartas que lamentablemente ese candidato no irá más
allá de los opositores de siempre, no logrará sumar los votos necesarios para
derrotar al gobierno, porque esos votos no solo están en la oposición
tradicional, ni en los sectores medios de la población, también juega en su
contra la diáspora, y me reafirman las cartas que un candidato ganador debería
ser capaz de ir más allá de los sectores de oposición, pero eso no lo
comprenden, no será un candidato que sume, muy por el contrario frente a algún intento
de acercamiento de algún otro sector, inmediatamente será rechazado, ese es
parte de la puesta en escena, porque ellos son la oposición “verdadera” y si
usted no tiene “certificado de pureza”, no va pal baile, por lo que no
aceptaran apoyo de nadie.
El
gobierno, que es el más interesado en que se de ese escenario, inmediatamente
polarizará con ese candidato, convirtiendo la elección en una más a las que
estamos acostumbrados, la épica de buenos contra malos, patriotas contra vende
patria, la derecha apátrida contra los salvadores de la patria, pobres contra
ricos, y así transcurrirá la campaña para las elecciones presidenciales, nada nuevo.
Las
cartas me advierten que surgirán otros candidatos presidenciales, sí, y con
todo derecho, muchos no aceptarán el chantaje de la llamada “unidad” de ese
sector opositor, y pondrán su nombre en el ruedo, inmediatamente serán tildados de traidores, de tarifados por
el gobierno para romper la “verdadera unidad”, esa será parte de la campaña
impulsada por los sectores interesados en dividir, el primero de ellos, el
gobierno. Vendrán las acusaciones de siempre, de puros contra impuros, las
descalificaciones de lado y lado no se harán de esperar, las que ahuyentarán al
electorado crítico, nuevamente la elección se debatirá entre las dos primeras
minorías electorales, bajo ese cuadro, la minoría más organizada logrará
obtener el triunfo.
Para
nadie es un secreto que el gobierno viene preparando toda su estructura para ese
momento, que es su mejor apuesta, al escenario polarizado en medio de una
división opositora, y las cartas me ratifican que ese sector opositor, que viene conversando
con el gobierno tras bastidores, está bien adelantada en algunas condiciones
electorales. También me dicen las cartas que han logrado convencer a sus
mentores del norte, de que ese es el camino para derrotar al régimen, como
anteriormente lo convencieron de que la salida era derrocar al régimen mediante
la violencia y los golpes de estado.
Las
cartas no me vaticinan nada esperanzador, bajo ese cuadro, que es un déjà vu,
no hay nada por hacer, solo me asoman las cartas una posibilidad, y esta es, que
ese sector mayoritario del país que se encuentra en el medio del conflicto, y
que no comulga con los extremos, el que está en la búsqueda de una salida y una
propuesta clara para salir de la crisis, decida salir a votar por el mejor candidato, llevando
la elección hacia otro rumbo, cambiando de manera radical todo este escenario. Le
pregunto a las cartas si eso es posible, y es aquí, en este momento, donde las
cartas se niegan a decirme algo más, se dan por vencidas.
Decidirá
el pueblo venezolano su destino, como lo han hecho en el resto del continente.
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